Para saludar este
debate de control político sobre los asuntos relacionados con las violencias,
la salud y los emprendimientos productivos para las mujeres de Medellín, el
movimiento social de mujeres, invoca a Hipatia (370), a Olimpe
de Guoges (1748),
a María Cano (1887), a Simone de Beauvoir (1908), y a Piedad Morales (1956), con ellas recordamos que los derechos que hoy tenemos, son el
producto de la valentía de mujeres que se unieron en sus respectivas épocas y
contextos para que estos fueran posibles, si cada una de estas mujeres hubiera
actuado en solitario, no se hubiera producido ningún efecto social y político
que beneficiara a las mujeres, a nosotras que hoy nos hacemos presentes una vez
más en el Concejo de Medellín y a otras que tal vez no son conscientes de la
lucha histórica de las mujeres por sus derechos, por eso invitamos muy
especialmente a los concejales a que se refieran a nosotras como actoras
políticas, como sujetas de derechos, como ciudadanas, y con esto hacemos un
llamado a no trivializar sus saludos con expresiones como: que alegría ver un
auditorio tan bonito, o es que yo amo a las mujeres, y les sugerimos que se
abstengan de nombrar a los consabidos Vicente Fernandez y Ricardo Arjona,
porque es en nombre del amor, que se ha reproducido
la cultura patriarcal, aquella que menosprecia, daña y acaba con la vida y el
cuerpo de las mujeres.
Soy
una vos, y otra voz, miles de voces por una vida digna y libre de violencias
para las mujeres.
Antes de hablar del movimiento social de mujeres,
tenemos que resaltar tres cosas frente al Plan de Desarrollo Municipal:
1.
Que los compromisos programáticos del
señor alcalde quedaron mínimamente expuestos en el plan de desarrollo, y que
vemos con preocupación que no se dice nada sobre la Clínica de las Mujeres, que
los programas de seguridad pública no están rindiendo los resultados esperados
y que vemos aun una profunda desarticulación entre las secretarias, los entes
de control y los operadores de justicia, ejemplo: la secretaría de las mujeres
ha empezado a hablar del feminicidio, todavía con algunas deficiencias, pero
por lo menos lo ha hecho y el informe que presenta la personería en febrero,
todavía habla de crímenes pasionales. Y que los programas que pueden mejorar
las condiciones de vida para las mujeres como educación, soberanía alimentaria,
vivienda, mínimo vital y autonomía económica no tienen ni fuerza, ni mucho
menos presupuesto.
2.
Que en la estructura del presupuesto,
lo que se observa es que no cambió mucho desde cómo fue inicialmente formulado
a como quedó después de dos o tres procesos de ajuste, mediante los ejercicios
de consulta ciudadana. Que nos genera una contradicción, porque si este plan
esta tan volcado al desarrollo social, se supone que más del 60% está dedicado
al desarrollo y la equidad, ¿porqué no se ha transformado, ni siquiera
mínimamente el asunto de la inequidad?. Que en este plan se plantean dos
problemas estructurales, la inequidad y la inseguridad, y que las tres primeras
líneas se llevan más del 85% del presupuesto, mientras que las líneas 4 y 5,
son más marginales. Entonces que lo que se evidencia es que combatir la
estructura delincuencial, por la vía de la inversión en pie de fuerza e
infraestructura, no le está haciendo ninguna mella a la cultura social y
política que no protege a las mujeres, los niños y niñas, entonces donde está
el hogar para la vida.
3.
Que el modelo de desarrollo económico
implementado en la región no ha logrado transformar los niveles de pobreza, por
ejemplo, la brecha de las condiciones de vida entre la comuna 1 Popular y la
comuna 14 El Poblado es de 45 puntos. En el cluster de la confección, que es al
que más se dedican las mujeres, no proporciona ninguna garantía laboral, en
contraste con el grupo del Sindicato Antioqueño que está expandido en el
continente Americano. Hay un proceso de concentración de capital evidente y
frente a esto es imposible construir equidad si no se construyen actores medios
en la producción.
Frente a estos tres
planteamientos, las mujeres le proponemos a la Administración Municipal y al
Concejo, que piense en aprovechar el marketing que da la calificación de ser la
ciudad más innovadora, para disminuir las brechas de inequidad, e iniciar un
camino hacia la construcción de indicadores para medir la innovación en
términos de la eliminación de la inequidad, o sea que la innovación sea
justicia social. Proponemos también, en esa línea, que se cree un fondo para la
equidad y que haya menos programas de contención y más programas de
intervención a mediano y largo plazo, ya es hora de pensar responsablemente siquiera
en los impactos para una generación. Y por último, como una medida de corto y
mediano plazo, proponemos un plan de compras oficiales que fortalezca los
encadenamientos productivos en todos los campos posibles, acompañado de un
proyecto de asesoría en calidad, porque las ganancias del estado no se la
pueden seguir llevando las multinacionales y las empresas privadas que no
tienen ni asiento, ni apropiación del desarrollo territorial.
Soy
una vos, y otra voz, miles de voces por una vida digna y libre de violencias
para las mujeres.
Este concejo le ha
pedido al Movimiento Social de Mujeres que hable de lo que hace, de sus logros,
de sus maneras… pues bien, la mejor manera de graficar al movimiento es
contando que ayer, en un conversatorio donde participamos más de 80 mujeres, reflexionamos
sobre los avances de nuestros procesos de incidencia, sobre los retos de
nuestra participación y construimos los planteamientos que hoy queremos
resaltar.
En primer lugar,
mencionamos algo que este Concejo reconoció en mayo del año pasado, y que
también reconocen en el Consejo Territorial de Planeación y en otras instancias
de participación, y es que las mujeres como movimiento somos un sector muy
organizado, y que aunque no tenemos el mejor panorama y afrontamos muchos
obstáculos en el orden cultural, tenemos claridades políticas y desarrollamos acciones
de exigibilidad, que nos dan un lugar de reconocimiento y valoración. Las
mujeres entendemos que hacer incidencia es posicionar, hacer notar, hacer ver,
lograr algo, transformar las realidades, movilizar posturas, opiniones,
sentimientos, contradicciones, reflexiones, y sobre todo, cambiar las políticas
públicas. Y en efecto las mujeres hemos construido una ruta de incidencia, que
ha pasado por la construcción colectiva de las agendas ciudadanas, por el ejercicio
del derecho al voto programático (recordamos aquella imagen del alcalde
firmando los compromisos con las mujeres en acto público), por la participación
organizada en los escenarios de consulta ciudadana para plantear conceptos y propuestas
frente al plan de desarrollo municipal (sin contar con los ejercicios de
planeación local), por la movilización y la exigibilidad de información y
acción oportuna del gobierno local, y especialmente por las autoridades de
salud y justicia; y todavía, con todo eso, las mujeres seguimos en desigualdad
con respecto a los derechos.
La MTMM hace un
balance de su participación e incidencia de los últimos 10 años y reconoce:
·
Que con la creación de la Secretaría
de las Mujeres, podemos contar con una instancia dedicada a pensar la inclusión
de las mujeres en la ciudad, con la que podemos, establecer una interlocución
para acceder y analizar información sobre los temas que nos incumben y nos
afectan.
·
Que en el Concejo de Medellín, hemos
tenido eco para la creación de políticas para la inclusión a través de Acuerdos
Municipales como el 22 de 2003 (Política Pública para las mujeres urbanas y
rurales del Municipio de Medellín), 33
de 2005 (Plan de Estímulos Laborales a la Mujer como Política Pública), 37 de 2005 (programa
Integral de. Fomento para la Mujer Rural de Medellín), y 09 de 2006 (Política
Pública para la atención y prevención de violencias sexuales).
·
Que con el Consejo Territorial de Planeación,
logramos incluir el concepto que formulamos las mujeres en las diferentes
líneas del plan de desarrollo 2012-2015.
A la Secretaría de
las Mujeres, le queremos decir que, el hecho de que seamos interlocutoras
criticas no significa que no reconozcamos el avance importante su creación, que
hay cosas que se ganan en el corto, mediano y largo plazo, y que nuevamente
manifestamos nuestra convicción de que su labor es de altísima relevancia para
las mujeres de la ciudad, pero que tenemos que diferenciar entre el ser
gobierno y ser movimiento, el movimiento social de mujeres no puede dejar de
transmitir lo que las mujeres viven y padecen en la cotidianidad, porque si no
lo decimos nosotras, ¿entonces quien será la voz del colectivo?.
Y al Concejo de Medellín, que los procesos no se
pueden mirar en blanco y negro, no podemos decir que nada se ha ganado, pero la
responsabilidad que se tiene con el desarrollo de las mujeres va más allá del
debate, que escenarios nuevos se van a proponer, qué acciones de exigibilidad
se van a promover, que acompañamiento se va a trazar.
Lo que decimos hoy como movimiento social de
mujeres es que tenemos que ser capaces de dar otros pasos en la transformación
de la vida de las mujeres, que tenemos que marcar nuevos caminos y salir de las
lógicas patriarcales que nos han puesto en un lugar de desigualdad, porque una
sociedad que no valora y cuida la vida de las mujeres es una sociedad que no
avanza en sus procesos de desarrollo.
Soy
una vos, y otra voz, miles de voces por una vida digna y libre de violencias
para las mujeres.
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